La manada enfila la puerta del callejón de la plaza de toros de Pamplona durante un encierro. PABLO LASAOSA
Las redes sociales protestan por la previsibilidad y la ausencia de emoción en los encierros de Pamplona de los últimos años.
¿Nos hemos cargado el encierro de Pamplona? Quejas en redes por la ausencia de riesgo y peligro
¿En que se parecen el encierro de Pamplona de hoy, el de ayer, el de antes de ayer y el de... cualquiera de los últimos años? En casi todo. Da igual de qué ganadería se trate. El encierro de Pamplona parece que ha dejado de ser ese evento muy peligroso y totalmente impredecible, a ser una carrera muy masificada y con un grado importantes de predecibilidad.
Al menos, de eso se quejan algunos aficionados en las redes sociales, asegurando que los encierros ya no son como antes y que se parecen demasiado unos con otros. Y van más allá: consideran que es consecuencia de las innovaciones que se han ido introduciendo en la carrera.
Cogida en el encierro txiki de San Fermín: las imágenes de una accidentada carrera con cientos de niños: Click
Efectivamente, los encierros de los últimos años han ganado en velocidad. Rara es la mañana en la que se corre por encima de los dos minutos y medio. Las explicaciones que dan los corredores y expertos en encierros giran en torno a la preparación de los toros en las fincas, sabiendo desde que nacen que van a ser preparados para San Fermín, los morlacos hacen ejercicio físico cada mañana en los conocidos como tauródromos de las diferentes ganaderías.
No sólo vienen con fondo físico, sino que utilizan "liebres atléticas" de primer nivel. Los cabestros que corren el encierro de Pamplona están especialmente entrenados para su cometido. Y eso que la Casa de Misericordia decidió en 2019 jubilar a Messi y Ronaldo, los mansos más veloces que ha tenido el encierro de Pamplona y que provocó las protestas de los corredores con una histórica sentada en la previa de un encierro de ese año.
Así, las redes sociales recogen en forma de queja que la velocidad de la manada imposibilita ver bonitas carreras de los mozos. Esto, unido a la masificación, consigue el efecto "mirada al suelo", o lo que es lo mismo, que los toros se limiten a seguir a la manada sin levantar la vista.
Los aficionados a los encierros se lamentan también por el vertido de líquido antideslizante en los puntos clave del encierro. La curva de la Estafeta ya no es el lugar peligroso que antaño partía siempre la carrera y que provocaba toros rezagados y por lo tanto, riesgo para los corredores.
Además, ya no se aplica sólo en la curva entre Mercaderes y Estafeta, sino que ya prácticamente se rocía todo el trazado, evitando que los toros caigan y pierdan el ritmo de la carrera de sus hermanos.
Todo ello se ha traducido en encierros no sólo rápidos, sino especialemte limpios, con toros que no derrotan ni se distraen, que no se giran ni pierden el contacto con el resto de la manada. Toros guiados por mansos que hacen el recorrido por el centro de la calle, que trazan las curvas casi aerodinámicamente y que apenas dejan heridos por asta, lo que hace bajar la guardia a los corredores, especialmente a los más jóvenes, a quienes les cuesta más ver el peligro, porque, tal vez, ¿ya no es tan peligroso?
José Ignacio de Quesada
Navarra.com / 12 de Julio 2023
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