Gustavo Martos derribado por el 4º. Fotograma: Mundotoro TV
Pinar cogido al primer lance. Jesús Colombo abre la Puerta Grande. Juan Leal jugado entero y ovacionado por partida doble da una vuelta al ruedo. Brava y dura corrida…
Miura es Miura
Jorge Arturo Díaz Reyes
CrónicaToro/Cali, 14 VII 2023
El peso tácito de la tragedia, cuando lidia Miura. Encierro cinqueño, menos los enormes quinto y sexto, de imponente trapío, altos, agalgados, vareados, largas vigas, cuellos elásticos, 612 kilos promedio, con leña y su leyenda a cuestas.
Arremetieron a los caballos, prontos, codiciosos y empujaron, encelados aguantando castigo. En banderillas, veloces, cortando el espacio y buscando monteras. En el último tercio, no toleraron invasiones de terreno y opusieron la soberbia y el respeto del primigenio toro bravo español, arrancando a cada trance chillidos femeniles del tendido (no pocos masculinos) Y eso en Pamplona. Exigieron valentía y torería, muchas.
Al primer lance, larga cambiada de rodillas, el cárdeno “Reinasolo” (615 kilos), se revolvió y tiró a Pinar por los aires de los cuales cayó a plomo sobre la nuca, inconsciente e inerme ante la paliza que recibió en el suelo. Se lo llevaron al hospital y la soleada tarde quedó mano a mano. Juan Leal se hizo cargo del victimario que protagonizó el primero de los seis grandes tercios de varas en la corrida. Brindis al caído ausente y una faena valorada por las dificultades de la ruda casta y el viento. Tandas diestras ligadas, aunque no tanto por la izquierda, pero todas meritorias por el aguante y la exposición. Un pinchazo y un espadazo bajo dejaron todo en un saludo.
Con el tercero, “Famoso”, se fue a portagayola de rodillas ¡Uf! Sin quitarse, larga cambiada, lanceo y media verónica. Era receloso y punteador, y el francés arriesgó más allá de la cordura, de pie y de rodillas, por el pecho y por la espalda, por arriba y por abajo. Una larga lección de hombría que ya no se estila, subrayada con alardes a pecho descubierto. El volapié franco y la espada honda, arriba vertical fulminaron. ¡Qué cojones! Hubo petición, desdén presidencial y vuelta clamorosa con final pitada para usía.
El quinto, “Papelero” 635 kilos, metía miedo, no a Juan, que volvió a sus andadas impresionantes, pero el toro que derrochó bravura en los dos primeros tercios paró y esperó que le pisaran los terrenos para cobrar. Allí fue el torero apostando los restos para obtener arrancadas cortas y cazadoras. El gesto merecía, pero de nuevo el estoque que hizo guardia y los dos crucetazos, no.
El venezolano Jesús Enrique Colombo, se llevó la tarde, con su carisma, su capote, sus banderillas y sobre todo con su espada. Tres soberanas estocadas dió, dos orejas cortó y salió a hombros empujado por el tendido de sol al cual el torero dedicó casi tanta atención como a sus toros. Sin reato, pidiendo desembozadamente su respaldo. La extrovertida alegría caribeña hizo cortocircuito con la euforia sanferminera. Además, en la cara de los miuras las cosas que se hacen adquieren dimensiones inusuales.
Recibió al segundo “Almagreño” (la cogida corrió turnos), con verónicas, lo quitó por chiculeinas, luego se fue a la barrera de sol y le pidió la gorra roja a un niño y banderilléo con ella en la mano un explosivo par de violín a la media vuelta, la locura, los otros dos al sesgo y cuarteo no fueron menos espectaculares y precisos. El pandemonium. Brindó con sentidas palabras a Damián Sánchez el popular “Alcalde de Sol”, emblema de San Fermín, que esta tarde se retiraba y tras el abrazo, encaró una lidia costosa con tandas de a tres y cuatro, desplantes de rodillas, face to face con el toro y el tendido, hasta fulminar con una espada total pasada y cortar la primera oreja.
En el de la merienda, cuando nadie acompaña, que tumbó a Martos, banderilleó sin tino, surfeó la casta bronca con una brega de alivio y seguridad, pero remató a “Farandolo“ con un estocadón de trofeo que se ignoró. Estaban comiendo.
El sexto, “Panadero”, número 42, cárdeno cabrera, cornidelantero, fue muy bravo, el más de la corrida y uno de los de la feria, quizá el del premio al toro, creo. Pero bueno, ya sabemos cómo es eso.
Tres delantales y medio, bien, tres zapopinas, espectaculares y un tercio de banderillas que puso la plaza bocabajo. Les brindó, pero su faena estuvo por debajo de la excelsitud del toro, hay que decirlo. Más por la defensa que por el dominio y así no es. Parecía que se le iba, mejor dicho, se le fue, pero lo recobró de nuevo con la espada, esa espada suya que dio otra de las grandes estocadas del San Fermín 2023, y en esta plaza del toro donde la suerte suprema sigue siendo suprema, la oreja que abría la puerta cayó porque cayó pues la petición fue unánime y furiosa. Así, brava y dura, llena de incidencias, terminó la feria.
- FICHA DEL FESTEJO
Pamplona. Viernes 14 de julio de 2023. 10ª de San Fermín. Sol. Lleno total. Seis toros de Miura, de gran trapío, bravos y duros.
Rubén Pinar, cogido por el primero.
Juan Leal, saludo, vuelta y saludo.
Jesús Enrique Colombo, oreja, silencio y oreja.
Incidencias: Al final del festejo Jesús Colombo salió a hombros por la Puerta del Encierro.
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