Sánchez como se ha demostrado, sigue muy molesto con el eslogan citado pero, otra cosa hubiera sido que le dijeran que te vote tu puta madre, algo que sí sería ofensivo porque, dicha señora no tiene la culpa de tener un hijo mentiroso, cruel, hipócrita, truhán, vendedor de humo, encantador de serpientes y con la mala leche de tratar a sus votantes como si fueran todos retrasados mentales, que algo de cierto debe haber cuando dicho sujeto sigue consiguiendo votos, y todos los apelativos dantescos que queramos añadirle. Lo cierto y verdad es que falconeti anda preocupado al respecto. Lo más horrendo de este tipo respecto a los asesinatos cometidos por Eta es que, en cinco años como lleva de presidente jamás ha tenido la dignidad de reunirse con los familiares de las víctimas, algo que tantas veces le han rogado.
El tal Txapote lleva sobre sus espaldas infinidad de asesinatos, entre ellos el de Gregorio Ordóñez, Miguel Ángel Blanco y otros muchos. O sea que, tenía mucho fundamento lo que le dijeron puesto que, si Sánchez defiende a los asesinos, son ellos los que deben de votarle. La suerte de Txapote es que cometió los asesinatos en plena democracia, lo digo porque de haberlos llevado a cabo en tiempos de Franco, ahora habría una celda más vacía en la cárcel en la que vive. Como los hechos demuestran, para los políticos de izquierda de nueva hornada, los angelitos son los asesinos. Por ejemplo, si Txapote hubiera asesinado al padre de Pedro Sánchez, igual ahora tendría otra opinión de Txapote, Bildu y toda la basura que se esconde detrás de ese partido al que los socialistas adoran. Recordemos que, a los que se les arrebató la vida de forma cruel y dantesca, eran seres humanos como usted, como yo, como el tal Sánchez.
Que te vote Txapote no es ningún insulto para nadie, es la opinión de millones de españoles que, lógicamente, se han secundado con dicho eslogan que, como es preceptivo, le viene como anillo al dedo para el que dice ser el salvador de la patria que, en parte tiene razón. Ha salvado a los catalanes tras el golpe de estado que dieron puesto que, ha eliminado el delito del código penal, por tanto, ya no hay delincuentes en Cataluña. Ha pactado con Bildu para que los presos se les acerquen muy cerquita de su casa y, algunos asesinos ya están en libertad. Para dicha gentuza, Pedro Sánchez es el salvador, el mesías prometido. A las pruebas me remito.
Si hay algo claro es que Txapote le votará, faltaría más. Todo ello sabiendo que, si ganara otra vez las elecciones Sánchez, ya tiene pactado con Bildu la trasferencia de poderes a nivel judicial para que, esa tarea dependa del gobierno autónomo y, de tal modo, los de Bildu dejarían en libertad a la mayoría de los presos porque harían una ley que justificara sus asesinatos. Quiera Dios que, un tipo tan nefasto y horrible, las urnas le aparten para siempre del mundo de la política y que su suegro le de trabajo en los locales de alterne que es dueño. Los españoles de bien hace años que no dormimos por su culpa porque cada día nos levantamos con un sobresalto nuevo, lo que nos impide conciliar el sueño en cada noche cuando nos acostamos.
Está claro que, los hechos sucedieron como pasaron y nadie podemos resucitar a los muertos pero, a nivel político, Sánchez si podía haber restablecido la dignidad para con sus familias y reconocer, por muy de izquierdas que se considere, que los asesinos acabaron con la vida de muchos inocentes. Pero no, al sujeto en cuestión lo de las víctimas jamás le ha quitado el sueño. Se trata de un hecho repugnante del que dice ser presidente de España, no haber atendido a miles de personas que siguen arrastrando el dolor por haber perdido a sus seres queridos, no por decisión divina, pero sí por el capricho de unos asesinos hijos de puta que, en otro momento ahora serían historia del pasado.
Eso sí, había un muerto que le preocupaba mucho a Sánchez, nada más y nada menos que el generalísimo Franco, hasta el punto de sacarlo del Valle de los Caídos, una acción tan cobarde y criminal que no tiene nombre y que, para mayor dislate, el tal Sánchez no tuvo valor para asistir a dicho acto tan dantesco como criminal. Claro, Sánchez no las tenía todas consigo por si resucitaba el que él llamaba como el dictador y, es cierto, porque de vivir ahora Franco, muchos demócratas de la actualidad estarían buscando asilo político en cualquier otro país.
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